Hace apenas unos días se llevó a cabo la Pasarela Bogotá Sostenible, un proyecto promovido por la Secretaría de Cultura de Bogotá en colaboración con Código Malva y respaldado por la Cámara de Comercio de Bogotá. En este evento, 13 destacados diseñadores, que incluyen tanto a reconocidos nombres de la moda nacional como a emergentes talentos, fueron convocados para participar en este proyecto innovador.
Entre los diseñadores participantes se encontraban figuras destacadas como Jorge Duque, Cubel (Humberto Cubides), Faride Ramos, Sebastián Jaramillo, Alejandro Crocker, la dupla de Juan Pablo Martínez y Paula Pérez, Andrea García, María Fernanda Hernández (PriscilaLab), Amor Real by Diamantina Arcoíris, Velasco de Gayo (Paula Forero), The Bosayork Dream-Sacré (Natalia Ochoa y Marcela Lopera), Trans (María Kamila Pérez) e Infinita es Infinita (Catalina Carvajal), quienes se unieron a asociaciones de recicladores de oficio para presentar un total de 48 piezas que transforman residuos en auténticas obras de diseño.
Pasarela Bogotá Sostenible
Article and photos by Luis Vera
El propósito principal de este proyecto fue resignificar los residuos, convirtiéndolos en piezas de diseño con un valor artístico y estético. Este enfoque no solo promueve la economía circular, sino que también destaca la colaboración con los recicladores de Bogotá, fomentando así el trabajo en equipo y la integración de materiales reciclados en el ámbito del diseño de moda.
Durante la pasarela, se evidenció una variedad de prendas, algunas con un enfoque más comercial que otras. Es crucial otorgar a estas cápsulas una perspectiva comercial sin perder su esencia artística, permitiendo que estas piezas encuentren su lugar en nuestro día a día, o se conviertan en piezas statement de nuestro armario. En última instancia, se busca impulsar el consumo sostenible de prendas y productos dentro de la industria de la moda y el diseño.
La maestría de transformar residuos en moda quedó de manifiesto en el proceso creativo de los diseñadores. Utilizando técnicas artesanales, patchwork y apoyándose en el upcycling, lograron dar nueva vida a materiales como cáscaras de huevo y colillas de cigarro, creando piezas únicas con acabados impecables a partir de elementos considerados desechos. Cada pieza no solo representa el talento de los diseñadores, sino que también cuenta una historia y promueve la conciencia ambiental.
Con alrededor de 50 modelos que reflejaron la diversidad de la ciudad, la pasarela reforzó el concepto de transformación social, en sintonía con la campaña de Cultura Ciudadana “Que no se vuelva paisaje” liderada por la Secretaría de Cultura.
La moda sostenible, al emplear residuos como materia prima, tiene un impacto social significativo al generar y dignificar el empleo de los recicladores, atrayendo a nuevos consumidores y contribuyendo al desarrollo de un mercado para la moda responsable y consciente.
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